miércoles, 24 de julio de 2013

24 DE JULIO: BEATAS MARÍA PILAR DE SAN FRANCISCO DE BORJA, TERESA DEL NIÑO JESÚS Y MARÍA ÁNGELES DE SAN JOSE, Vírgenes y mártires Orden del Carmelo
María Pilar de San Francisco de Borja (Jacoba Martínez García), nació en Tarazona (Zaragoza) el día 30 de diciembre de 1877, bautizada este mismo día en la iglesia catedral. Sus padres se llamaban Gabino y Lucía. Siendo la última de once hermanos. El 1 de agosto de 1879 era confirmada en la iglesia de Santa María Magdalena de Tarazona. Hace su primera comunión un jueves de la Ascensión, el 11 de mayo de 1889, siendo preparada por su hermano don Julián, que es párroco. En 1891, a mediados de noviembre, se traslada toda la familia, padres y hermanos, a Corella (Navarra). Allí vivirá hasta su ingreso en el convento. Muere su padre don Gabino en 1896 y el 12 de octubre de 1898, dia del Pilar, ingresa en el convento de carmelitas descalzas de San José de Guadalajara. Ese mismo día toma el hábito. Un domingo 15 de octubre de 1899, fiesta de Santa Teresa, hace su Profesión religiosa tomando el nombre de Jacoba Pilar de San Francisco de Borja. Fallece en Corella su madre, doña Luisa en octubre de 1914 y su hermano don Julián en 1919.

Al atardecer del 22 de julio de 1936, junto a las demás religiosas, sale del convento y se refugia, con otras cuatro, en el “Hotel Iberia”, calle Teniente Figueroa, nº 3, y a los 58 años de edad y 38 de vida religiosa un 24 de julio de 1936, por la tarde, su cuerpo fue acribillado por las balas de los milicianos en la calle Francisco Cuesta, y en medio de los terribles dolores y angustias que sentía, exclamó, repetidas veces, antes de morir, como su Divino Esposo en la Cruz: “Dios mío, perdónales, porque no saben lo que hacen”, finalmente muere en el “Hospital Ortiz de Zárate”;


Teresa del Niño Jesús y de San Juan de la Cruz (Eusebia García y García), nació un virnes, en Mochales (Guadalajara), el 5 de marzo de 1909, Hija de Juan y Eulalia. Siendo la segunda de ocho hermanos. Muere a los 27 años de edad y 11 de vida religiosa. Los milicianos quisieron engañarla y abusar de ella. Huyó corriendo y antes de caer, atravesada por las balas, exclamó, con los brazos en cruz: “¡Viva Cristo Rey!”;


María Angeles de San José (Marciana Valtierra Tordesillas), nace en Getafe (Madrid) el 6 de marzo de 1905. Muere a los 31 años de edad y 7 de vida religiosa. Desde novicia, suspiró ardientemente por el martirio. Había dicho una vez en la recreación comunitaria: “Qué dicha si pudiéramos derramar la sangre por Cristo”. En un libro de su uso, fue hallado un papel con estas palabras escritas de su mano: “Dios mío, recibid mi vida entre los dolores del martirio y en testimonio de mi amor a Vos, como recibisteis la de tantas almas que os amaron y por vuestro amor murieron”.


Las tres profesaron en el monasterio de S. José de las Carmelitas Descalzas de Guadalajara (España). Y las tres sufrieron el martirio el 24 de julio de 1936, después de confesar su fe en Cristo Rey y de hacer oblación de su propia vida por la Iglesia. Ellas son las primeras mártires de la guerra civil española de 1936-1939. Fueron beatificadas por Juan Pablo II el 29 de marzo de 1987.

Oremos: Oh Dios, fortaleza de los humildes, que de modo admirable infundiste a las Beatas María Pilar, Teresa y María Ángeles, vírgenes, constancia en su martirio, concédenos, por su intercesión, que, así como ellas derramaron con generosidad gozosa la sangre por Cristo Rey, también nosotros mantengamos la lealtad a ti y a tu Iglesia hasta la muerte. Por nuestro Señor Jesucristo que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.


24 DE JULIO: BEATA MARÍA MERCEDES PRAT, Virgen y Martir.


Vió la luz en Barcelona – España, el 6 de marzo de 1880. Ingresó en la Compañía de Santa Teresa de Jesús el 27 de agosto de 1904. Se desempeñó con dedicación al apostolado de la enseñanza en varios colegios. Su vida religiosa se caracteriza por la límpida sencillez de una entrega total al amor de Dios y de los hermanos. El estallido de la guerra española la sorprendió en la Casa-madre de Barcelona, en la que pasó largos años. Los desórdenes de los primeros días de la contienda hicieron de ella una de las primeras víctimas de Barcelona. Detenida por los milicianos con otra hermana de la misma comunidad, después de un día de tormentos morales, fue fusilada con otros religiosos prisioneros en las afueras de Barcelona la noche del 23 de julio de 1936. Murió tras una larga agonía en la que expresó su perdón a los verdugos, en las primeras horas del 24 de julio. Fue beatificada por Juan Pablo II el 29 de abril de 1990.


Oremos: Dios, Padre de bondad infinita, que diste a la beata María Mercedes Prat, virgen, el espíritu de fortaleza para consumar en el martirio su oblación a ti y a la Iglesia, concédenos, por su intercesión, que, arraigados en la caridad de Cristo, nunca nos separemos de su amor. Por nuestro Señor Jesucristo.

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